
Me cagan esos pinches weyes que les tienes que lamer el trasero para llevaerse bien contigo... sobre todo me cagan aquellos que apenas tienen un leve poder en la oficina y ya se creen la mamá de los pollitos... Como yo no soy de esos que lamen huevos rara vez gozo de ciertos privilegios, como son los pemisos para llegar tarde, salir temprano o faltar... pero si hay personas que faltan una vez a la semana porque le hacen una chamba chida a los poco-poder-mamá-de-los-pollitos, y con chamba chida no me refiero a trabajo propio de la oficina... sino que le dejan bien lustrado el trasero. ¿Es algo normal en toda oficina? ¿Existe siempre el lamedor y el lamido? Me cagan ambas partes. Saludos, y para aquéllos que son así... Sáquense a la v...
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